Ya que nos fuimos a nuestro primer viaje adel 2018 a un destino de playa quisimos realmente mostrarles lo básico e importante que puede llegar a ser cuidar siempre en primer lugar de la salud, esto incluye cuidar de nuestra vista, de no ser así ¿cómo podríamos observar estos paisajes tan increíbles de nuestro país: México?
Sin duda, las gafas de sol han sido siempre un complemento que ha ayudado a enfatizar la vestimenta de muchas mujeres, incluso podríamos asegurar que se vuelven parte de uno mismo si encuentras las adecuadas. La verdad es que tanto a Bethi como a mi no nos va fijarnos mucho en las tendencias para decidir si lo compramos o no, si nos gusta entonces está bien. Hay lentes para todos, desde los clásicos de aviador hasta los más estrambóticos y que en estos momentos se están usando muchísimo que son como los de la foto de la derecha de aquí arriba. Es increíble observar como con el paso del tiempo se pasan de ciertos gustos a otros, en un primer momento lo que estaba de moda eran los lentes grandes que abarcaban casi toda la cara y ahora lo que más se está usando tanto en hombres como mujeres son los lentes pequeños conocidos como “retro” o “cat-eye” (abajo fotos de estos tipos de lentes).
Como les contábamos en el post anterior, este viaje a Sayulita fue un viaje ligero y tomando en cuenta que cuidamos como oro nuestros lentes decidimos llevar sólo 1 par y prestárnoslos. Esto resulta todavía más divertido para nosotras pues tuvimos que descifrar cada día cuál le iba mejor a lo que queríamos usar y ver quien se quedaba con qué lentes. Para nosotras el chiste de vestir siempre es pasarla bien y sin duda es un “bonding-time”. Entonces, decidimos reciclar, NOS ENCANTA RECICLAR. Mi mamá en nuestra primer mudanza en Veracruz estuvo a punto de deshacerse de algunas cosas que no veía necesarias y obviamente mis hermanas y yo la detuvimos. Entre esa caja de cosas habían unos cuantos lentes en perfecto estado y nos los quedamos a como diera lugar. Uno de esos tesoros a punto de ser perdidos son los lentes de la foto de la izquierda aquí arriba, sin haberlo podido predecir ahora están usándose de nuevo y nosotras ya los teníamos así que decidimos sacarles el mayor provecho posible y obvio hubo alguna pelea por ahí de quien los usaría más en Sayulita pero llegamos a un acuerdo Bethi y yo. Este tipo de lentes nos encanta pues al ser completamente oscuros sientes que realmente estás protegiendo la vista sin perderte de nada a tu alrededor y además sentimos que por más sencilla que vayas (pues es la playa) siempre parece un “toque extra”.
Tanto los lentes reciclados que eran de mi mamá y que seguramente usó para muchos viajes a la playa, así como los lentes de la derecha que realmente los compramos hace poco, nos salvaron la vida para poder estar cómodas bajos los rayos del sol de la playa tan bonita a la que fuimos. Creo que es obvio que queremos regresar…
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